miércoles, 23 de enero de 2019

La tormenta perfecta.

"Y una vez que la tormenta termine, no recordarás cómo lo lograste, cómo sobreviviste. Ni siquiera estarás seguro si la tormenta ha terminado realmente. Pero una cosa sí es segura. Cuando salgas de esa tormenta, no serás la misma persona que entró en ella. De eso se trata esta tormenta."

La frase le pertenece al libro "Tokyo Blues" de Haruki Murakami. No viene al caso la temática del libro. Sólo me interesa apropiarme de ese párrafo.
La cuestión es que todos atravesamos alguna tormenta en algún momento o ahora mismo lo estamos haciendo. Por lo general, durante nuestras vidas atravesamos varias. Algunas de ellas determinantes. Pero una, solo una, es "la tormenta". Aquella que marca un verdadero punto de inflexión en la vida.
En mi caso, sin lugar a dudas, la gran tormenta fue mi enfermedad. Una vez que recuperé la conciencia y cargando con toda mi debilidad física empecé a preguntarme en quién me había convertido. Y por qué. Y para qué. Y quién quiero ser. Y cómo.
Todo ese proceso empezó durante mi recuperación y continuó durante unos meses. No obstante, hasta el día de hoy llegan sus tentáculos. Porque esa tormenta, la determinante, se mantiene presente aunque los nubarrones ya se hayan alejado.
Tuve desde luego otras tormentas, pero fueron de menor intensidad. Como esa, ninguna. Y si pude salir de mi tormenta perfecta, con más razón tenía que salir de las otras.
Desde entonces me quedé con algunos tips que generé yo mismo y quizás te sirvan, si es que te toca navegar en medio de tu tormenta perfecta:
1. No te encariñes con la tormenta.
2. Dejá tu ego a un lado. No, tan cerca no. Dejalo más lejos.
3. Aceptá que necesitás ayuda. Escuchá a las personas que te quieren.
4. Reconocé en qué fallaste. Aceptá que sos falible. No es la muerte. Te equivocaste como se equivocan todos.
5. Quizás sea inevitable que haya otras personas que salgan lastimadas en el proceso. Pero si no seguís adelante, te firmo que el daño va a ser más grande. Mientras más pronto lo asumas, mejor.
6. No existe una razón mística de por qué pasas por esa tormenta. No hay una misión. No pierdas el tiempo buscándola. Suficiente con buscarte a vos mismo.
7. Insistir en que el punto 3 se cumpla.

Cuando todo pase y seas esa otra persona, por favor fijate que cumplas con el siguiente paso:

8. Vas a ser otra persona. Asegurate que seas una mejor versión de lo que eras.
9. Si no termina así, volvé a empezar.

Disfrutá el paseo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Manual para matar.

¿Cómo matar a un no muerto? Lo sé, parece una pregunta estúpida, y quizás lo sea. Jamás me agradaron los dueños de verdades y no pretendo tr...