Para algunos, él no tiene grandes cosas.
En los hechos, él no presume de sus posesiones materiales.
Él elige siempre las cosas simples, porque cree firmemente que las cosas más importantes en la vida no son precisamente cosas.
Él tiene mucho o poco para ofrecerle a ella, dependiendo de los ojos que lo juzguen.
Tiene helado en el freezer, de ese tipo de chocolate que le gusta a ella.
Tiene ganas de cocinarle algo rico y más ganas después de devorarla de postre.
Tiene una cama grande donde caben ambos, cualquiera sea la posición que elijan.
Tiene un abrazo enorme esperando verla, de esos que vienen adheridos a una respiración profunda.
Tiene un par de labios que combinan muy bien con los de ella.
Tiene la certeza de que va a derretirse con su próxima sonrisa.
Tiene un papelito doblado con palabras bonitas escondido debajo de su almohada.
Tiene un par de pulmones marchitos que reverdecen cuando respira de ella.
Tiene un par de ojos que no pueden dejar de mirarla.
Tiene siempre bien dispuesta a la mejor versión de si mismo para entregársela a ella.
Ella, es no obstante, justamente la responsable de que él esté descubriendo las mejores vetas de su personalidad.
Así las cosas, él puede tener poco para algunos.
Pero a él no le importa lo que opinen los demás. Él se siente rico. Y si es con ella, no hay magnate que le haga sombra.
miércoles, 22 de agosto de 2018
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