viernes, 14 de julio de 2017

Pendeviejo.

Quizás una de las primeras reacciones que tiene un hombre luego de separarse es "apendejarse" (para los lectores del país del chavo, no se alarmen, me refiero a que pretendemos lucir jóvenes)
Lo primero que hice como acto de rebeldía hace unos cuantos años ya, fue comprarme un par de zapatillas. Verdes eran. No es que tenían unas tiritas verdes. No, eran completamente verdes, como si Hulk las hubiese escupido.
Eran muy feas. Pero era más simbólico que otra cosa. Igual, lucí ese símbolo por bastante tiempo con mucho orgullo. Zapatillas verdes, donde sea que estén, las extraño mucho.
Ok, ya tenía zapatillas.
Fui a comprarme una camisa. En este caso tuve mejor gusto, no se alarmen. Le di pena a la vendedora y me fui con una buena compra.
Me faltaba el pantalón. Así que, viendo qué usaba la gente (joven) en esa época, noté que abundaban los chupines.
Así fue que una tarde vi unos pantalones muy facheros en una vidriera de barrio sur.
Entré y me atendió el dueño. Gay el dueño.
Fer: "Hola, ¿me puedo probar ese pantalón que está en la vidriera?"
Dueño: "Sí mi amor, qué talle."
Fer: "42"
Dueño: "A verrrrrr ... sí mi vida, acá tenés, pasá al fondo, hay unas salitas con camillas, no te asustes, es que también doy masajes, entrá en cualquiera de las salas."
Llegué, entré a la primer salita y corrí la cortina. Me lo probé y medio que me sentí raro. Estaba saliendo de mi zona de confort asi que me lo saqué.
Dueño: "Vidaaaa, ¿cómo te quedó?"
Fer: "No amigo, no me gusta cómo me queda, no lo voy a llevar."
En ese momento el tipo corrió la cortina y entró a la salita. Yo estaba en boxer y camisa. Como Tom Cruise en "Negocios riesgosos" pero con el 10% de su facha. Debo admitir que dudé si debía correr en interiores hasta la vereda.
Dueño: "Pero noooooo, mirá esas piernas herrrrmosas que tenéssss, ponételo de nuevo."
Fer: "No amigo, todo bien, pero ..."
Dueño: "Ponételo."
Fer: "No amigo, en serio ..."
Dueño: "Ponételo."
Fer: "No, te juro que ..."
Dueño: "Ponételo."
Fer: "Es que me ajusta mucho ..."
Dueño: "Que te lo pongas."
En ese instante tomó los pantalones, se arrodilló frente a mi y:
Dueño: "Dale, meté las piernas."
Dejé que me pasara el pantalón, lo levanté hasta mi cintura (al pantalón) y ... con respecto al cierre tenemos un tema. Empecé a subirlo yo. Él me ayudó a que suba del todo. Todo ese proceso con él arrodillado frente a mi y yo mirando al techo sin respirar.
Dueño: "Mirá lo que te queda ese pantalóoooonnnnn ... ¡di-vi-no! ... te faltan unos masajes y listo, qué decis ..."
Fer: "Otro día amigo mejor, es que estoy apurado ... tengo que hacer ... una cosa."
Le pagué. Cash, para no demorarme más y me fui, con el pantalón chupin puesto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Manual para matar.

¿Cómo matar a un no muerto? Lo sé, parece una pregunta estúpida, y quizás lo sea. Jamás me agradaron los dueños de verdades y no pretendo tr...