domingo, 15 de octubre de 2017

Treinta y nueve.

Amanece y repito esa cifra, esperando que eso me diga algo, que me traiga una respuesta y ... nada. Treinta y nueve.
Amanezco solo, con ganas de escribir éstas líneas. Más tarde tengo que ir a buscar a mis hijos y luego esperar a mi novia para que ir a festejar mi cumpleaños en la casa de Bernarda Alba.
Fue un lunes como hoy, pero a las cuatro de la tarde (quizás por eso disfruto tanto de las siestas) y transcurría el año 1978.
Eso quedó asentado en mi acta de nacimiento: la fecha y los datos de mis padres, mi mamá y rayita. Sí, como mi viejo no se dignó en congratularnos con su presencia soy hijo de rayita. Así que si vos también sos hijo de rayita en una de esas somos hermanos y no nos conocemos. Parece que rayita anduvo haciendo estragos ...
Sin embargo tengo otra acta de nacimiento, que es la historia clínica de mi salida del hospital de hace cuatro años y pico. Shock séptico dice. Por lo general esas palabritas mágicas aparecen en un certificado de defunción. Pero en mi caso es la prueba de que yerba mala ... no, ni la neumonía con la gripe a juntas la matan.
Eso convierte definitivamente a ese papel en mi segunda acta de nacimiento.
A ver, la cantidad de veces que muté desde entonces ... sinceramente perdí la cuenta. Tanto que me perdí lógicamente. Y ahora estamos en el proceso de volver a encontrarnos. No sé por qué les hablo en plural, como si tuviese una numerosa cantidad de personalidades ... callate loco, se van a dar cuenta de que estamos locos.
En medio de todas esas mutaciones nació BENDITO ERES, producto del cual estoy muy orgulloso de poder haber llegado a todos ustedes aunque sea por unos minutos a la semana.
Tengo mucho,
Tengo dos hijos que me vuelven loco. Que no los tengo conmigo pero están siempre. Están cuando cruzo los canales de dibujos animados, cuando veo niños por la calle, cuando me voy a dormir, cuando despierto, cuando sueño, cuando respiro.
Tengo una compañera que alivia mis cargas ... que me ama. Y no es poca cosa.
Tengo a mi familia, las integrantes de la casa de Bernarda Alba, que están siempre al pie del cañón.
Tengo trabajo, salud y ganas de vivir. Muchas. Pero, soy ambicioso, quiero más.
Quiero:
1. Aprender la coreo de Thriller.
2. Conocer Praga, Lima y México DF
3. Aprender a cocinar recetas nuevas.
4. Correr una media maratón. Loco, no llego a los 42 kilómetros, no hay chance.
5. Ganar el telekino. Ok, éste punto no depende taaaaanto de mi. Pero Diosito, si te copa tirarme un centro, no me voy a quejar.
6. Lanzarme en paracaídas.
7. Hacer nuevos amigos. No es que los actuales no me gusten, no se pongan celosos.
8. Casarme
9. Agrandar la familia
10. Ser mejor persona cada día de lo que reste de mi vida.
A los que están conmigo, gracias, gracias por amarme, por soportarme, por cuidarme.
Se los agradece este ser de carcajadas explosivas, de humor sarcástico, ciclotímico, indeciso, charlatán hasta el hartazgo y mudo hasta el cansancio, que le resulta imposible hablar en voz baja, protector, peleador, super apasionado en todo lo que me gusta, cocinero de alma, rápido y prolijo con los números ajenos y un desastre con los propios, un atrevido de la literatura, amante del buen vino,  soñador, llorón, puteador compulsivo, fuerte, frágil, testarudo, rencoroso ... gracias por aceptarme con tantas cosas no tan buenas que tengo (pero que trabajo para mejorar)

PD: A quienes me escriban para saludarme: les voy a responder a todos. Palabra de honor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Manual para matar.

¿Cómo matar a un no muerto? Lo sé, parece una pregunta estúpida, y quizás lo sea. Jamás me agradaron los dueños de verdades y no pretendo tr...