martes, 10 de julio de 2018

No te creo.

El amor. El amor en mi vida es la ficción más intensa y creativa que se haya visto.
Escucho tantas historias en las que creo tan poco que prefiero ignorarlas.
Cada vez que siento algo parecido a ese cosquilleo de mierda en el estómago me siento como una nadadora novata que, asustada, se aleja de la orilla del mar.
No me pidas que te tome la mano. Mis manos tiritan porque ya conocen el frio.
No vas a comprenderme. Lo sé. Por eso me mirás con esa cara de "mujer, cómo no vas a confiar en mi".
Es que ya hubo otros que me dijeron "tranquila, conmigo está todo bien, yo soy diferente a los demás". Y mirame ahora, con mis cicatrices abiertas, sangrando ilusiones.
No, no esperes que te crea. Puedes lanzarme una enciclopedia de palabras, para mi son solo cuentos. Y con esos cuentos no creas que voy a dormirme en paz.
Soy la puerta que permanecerá cerrada. Soy la sonrisa donde mueren las promesas de amor. Soy las piernas que se abrirán solamente para que no me olvides nunca y jamás seas correspondido. Soy el corazón oscuro. Soy la roca con la que tropezarás una y otra vez. Soy daga porque me cansé de ser apuñalada.
No, no vas a cerrar mis noches de bares, serás una barra más.
No hay nada de malo en vos, sos perfecto.
Simplemente, no te creo.

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