viernes, 26 de octubre de 2018

Te espero.

No solo yo te espero. Te espera cada rincón de mi casa. Te espera la alfombra de la puerta para besar tus pies. Te esperan mi comedor, mi baño y mi dormitorio.
Te espero para cocinar para vos esta noche. Y para luego hacerte el amor. O viceversa, el orden de los factores no altera el producto. O tal vez sí ... pero sería bueno que lo descubramos juntos.
Te espero para que dejes de ser mi pensamiento más recurrente y veamos si mis sueños no mienten.
Los que nos conocen dicen que hay química entre nosotros. Lo que ellos no saben es que se quedaron cortos. La currícula será mucho más amplia.
Entre nosotros habrá física, matemática, lengua, anatomía, pintura y geografía.
Es que pienso explorar cada punto cardinal de tu cuerpo, pintarte entera con mi lengua, recorrerte con mis manos, disfrutar de la plenitud de ambas sonrisas, encontrar los espacios exactos donde surgen tus cosquillas menos inocentes, penetrarte con mis pensamientos y finalmente estar dentro tuyo y congelar ese momento para siempre en nuestros recuerdos.
Ansío encontrar el perfume que te regalé sobre tu piel para luego dejar el mio sobre tu cuerpo.
Y cuando nuestras energías se hayan mezclado, para cuando ya hayas cruzado tu pierna sobre las mias y apoyes tu cabeza sobre mi pecho, para entonces por favor no pienses en irte. Al menos no aún.
Esta noche la lluvia toca para nosotros.
A todo lo que te digo en estas líneas lo dejás en mis manos. Pero al amanecer, ya lo dejo en tus labios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Manual para matar.

¿Cómo matar a un no muerto? Lo sé, parece una pregunta estúpida, y quizás lo sea. Jamás me agradaron los dueños de verdades y no pretendo tr...