lunes, 15 de enero de 2018

UNO

Hace exactamente un año publicaba la primer historia, presentándome de una manera bastante particular, mencionando a cada uno de los integrantes de mi vida. Desde entonces ellos (en general ellas, ya que el blog no se llama como se llama porque sí) formaron parte de las historias que publiqué. También empecé a compartir con Uds. poesía, algunos cuentos y otros posteos que se transformaron en una suerte de testimonio de lo que me pasaba en ese momento.
Hace exactamente un año mi cabeza hervía. El blog fue cable a tierra. Me aferré a ese cable con las pocas fuerzas que tenía. No esperaba gran cosa, que sea leido por unas cien personas para mi era un éxito.
Casi 20.000 lecturas y casi 800 seguidores se pueden contar hoy. No es guau comparado con otros espacios. Pero para mi es el cielo. Todo lo que tengo para ofrecerles son palabras. Y que se encuentren en ellas. Que viajen en el tiempo para acordarse de que les pasó lo mismo. Que se rian de mi. Y de ustedes. Que lloren, se enojen, se conmuevan, que les duela, que sientan alivio, que se enamoren y se exciten. Historias simples, comunes, contadas de un modo peculiar. No me gustan las palabras rebuscadas ni que los textos queden demasiado pretensiosos.
Quizás sea un poco egoísta ... algo de eso hay en un escritor. Sí, eso soy, un escritor. Todos los escritores pretendemos que otro nos regale su tiempo para leernos.
Hace exactamente un año empecé un blog con fecha de inicio y con fecha abierta para el cierre. Y ese cierre no será hoy. No sé cuándo ocurrirá. Por ahora necesito seguir escribiendo y conociéndolos. Respecto de eso, todos ustedes están muy locos. Tienen que saberlo. Pero los locos son los mejores seres. Gracias por compartir las historias, por megustearlas, por comentar y sobre todo, por los mensajes que me enviaron. Tienen que saber que les respondí a todos.
He conversado con muchos de ustedes y me enriquecieron. Me alimentaron el alma.
Hace exactamente un año no sabía muy bien para dónde salir corriendo. Hoy lo tengo un poco más claro. Hay luz al final del camino. Soy un eterno buscador de la felicidad y siempre la espero a la vuelta de la esquina. Voy por ella.
Espero poder seguir regalándoles más historias para que se encuentren. Esas historias simples, escritas por un tipo simple, que lo único que busca es ser feliz y tener PAZ. Gracias a Uds. por ser parte de esa felicidad.

PD: quizás, en una de esas, pronto arme algún sorteo de vaya uno a saber qué.

4 comentarios:

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