domingo, 18 de junio de 2017

Papucho.

Hoy festejé el octavo día del padre desde la llegada de Lucía. Además, por esas casualidades del calendario Lautaro festejó su cumpleaños número cinco. Y Consuelo, una de las integrantes de la casa de Bernarda Alba (de la cual aún no les hablé) cumplió 72 años.
Sí, los extremos se tocaron hoy.
No quiero sonar reiterativo con el tema de mi ya superada (gracias a Dios) enfermedad pero para mi es necesario hacerlo.
En "Vivo" les conté sobre cómo empecé a sentirme (valga la redundancia) vivo. Hasta entonces estaba en piloto automático.
Durante mi recuperación lloré en no pocas oportunidades, y la mayoría de esas fue porque extrañaba a mis hijos. Me había caído la ficha de que no los había disfrutado. Y que quizás no les había transmitido hasta entonces casi nada. Solamente un tipo que los bañaba, les preparaba la comida y los hacía dormir.
Sí, ya sé, Me van a decir que esa es una forma de estar presente. Pero no me entienden, yo no era consciente de los momentos vividos.
Creo que uno no se hace papá por el solo hecho de haber tenido un hijo.
Creo también (y parece una frase hecha pero no lo es) que ser padre te cambia la forma de ver todo.
Personalmente no tengo una referencia clara sobre el rol de papá.
Día a día es como hacer mi propio camino, siguiendo mi instinto, juzgándome, criticándome, intentando mejorarme.
Día a día me construyo, y al mismo tiempo, los construyo a ellos.
Amo a mis hijos, y creo que amar a alguien nos hace querer ser mejores personas.
Amo encontrarme en el mal humor de Lucía, en los silencios de Lautaro, en la pasión por cocinar de Lucía, en la risa explosiva de Lautaro, en la necesidad de liderar de Lucía, en la timidez de Lautaro, en el entusiasmo por bailar (mal, pero con entusiasmo) de Lucía, en la ternura de Lautaro ...
Amo ser papá. Amo de verdad tener dos hijos maravillosos.
Para ellos, y por ellos ... yo soy con ellos.
Feliz día a todos los buenos padres, a los papás de sangre y a los del corazón, a las madres que ejercen ambos roles, a los papás que están aquí, y a los que ya no están.

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