sábado, 15 de abril de 2017

Algo nos pasó.

Cuando era niño, los lugares donde pasaba más tiempo jugando con mis amigos eran la calle (a la altura de mi casa), el terreno de la Torasso donde nos colábamos para jugar a la pelota y el arroyo.
El arroyo es un curso de agua que corría en un monte que estaba (y sigue estando) a 100 metros de casa, pasando el dichoso terreno. Al final del arroyo había un cañaveral. Cortar unas cañas para chuparlas al costado era glorioso.
En ese monte jugábamos al ladrón y al policía, pescábamos bagres y mojarras o simplemente, pasábamos el rato.
Los mayores temores que tenían las viejas eran que nos caigamos en la parte profunda y no podamos salir, o que nos muerda una serpiente o nos piquen los guanqueros.
En cuanto a nosotros, los miedos eran más filosóficos. El duende, el hombre de la bolsa, la llorona o el perro familiar nos aterraban. Y ni hablar del cuidador del cañaveral. Tenía un látigo y unos doberman que asustaban. Pero lo peor de todo, la suma de todos los miedos eran las gitanas.
Qué tiempos aquellos. Ojalá esos miedos sigan siendo los mismos.
Algo nos pasó.
Hoy es imposible que mis hijos puedan jugar en ese lugar. O que vayan solos a la vuelta de la manzana. O que entren a jugar a la casa de cualquier vecino.
No hay chance. Hoy las noticias dan terror. Y sinceramente, prefiero no leer los detalles. Con que digan que asesinaron o abusaron de una criatura ya me vienen náuseas.
No me cabe en la cabeza tanta maldad. No entiendo cómo se puede llegar a eso.
A nuestros niños les estamos robando una parte importante de la infancia. Algo nos pasó, en algún lugar se perdieron los valores, que nos obligamos a quitarles la inocencia antes de tiempo a nuestros hijos.
Algo nos pasó, y no voy a entrar en discusiones políticas. Todos, en mayor o menor medida, pusimos nuestro granito de arena. Y algunos, "camionadas" de arena.
Eso, lo que sea que nos haya pasado, tiene que terminar y ... no sé si algún día remontaremos la historia. Esto que nos sucede es un fenómeno mundial. Es la humanidad la que está agonizando por dentro.
Ésto, lo que sea que nos esté pasando, tiene que acabar. Y creo que hay que empezar por nosotros mismos, para que luego nuestros hijos sean mucho mejores que los que ya estuvimos.

2 comentarios:

Manual para matar.

¿Cómo matar a un no muerto? Lo sé, parece una pregunta estúpida, y quizás lo sea. Jamás me agradaron los dueños de verdades y no pretendo tr...