lunes, 3 de abril de 2017

Qué querés ser cuando seas grande.

Lo primero que quise ser de grande fue médico. Para trabajar con mi mamá. Ella era enfermera. Evidentemente tenía una expectativa de vida laboral muy alta respecto de mi vieja.
Me gustaba recorrer los pasillos del hospital donde ella trabajaba, jugar a ser jefe en su oficina, sentirme dueño de esas escaleras ... y que los pacientes sean curados. Aún no tenía una conciencia plena de la muerte.
No fue así. Mi vieja se jubiló en 1.991 por un régimen de trabajo insalubre y yo en ese año terminaba recién la primaria. Está bien que era inteligente, pero tampoco la pavada. Médico a esa edad .. de qué me estás hablando bro!
Siguiendo con mi infancia, "la salida" era que me lleven al cine. Sucedía dos veces al año quizás, porque no era barato y aparte la oferta de películas infantiles tampoco era muy variada. Me llevaban a ver la saga de los bañeros más locos del mundo, alguna de olmedo atp, Chatrán (gato de mierda, me hizo llorar) y Mannequin. No salí puto de esa sala de pedo. Me fui cantando la música de la película. Lo juro.
La salida se cerraba con una gaseosa y un tostado en un barcito. Pedía una tónica para no convidar, porque era un pendejo mezquino, obvio.
Ahí fue donde una vez alguien me preguntó qué quería estudiar. Y contesté: quiero ser mozo. Todos rieron menos yo.
Tampoco me recibí de mozo amigos.
Cuando empecé la secundaria una de mis tías abrió un almacén en casa. Yo la reemplazaba cuando ella almorzaba y en cualquier otro momento en que ella no estaba. Ahí empezó a picarme el bichito de los números. Asi que finalmente me inscribí en la carrera de contador público nacional. Me fui a anotarme el día después de la cena de egresados. Desvelado, un poco ebrio (debo admitirlo) y un tanto besado.
Empecé la carrera sobrándola. Porque lógicamente yo me las sabía todas. Así me fue. Una de tres metí. Y en el segundo semestre, dos de tres. El segundo año, cuesta arriba, le metí pata y empecé palo y a la bolsa hasta finalmente recibirme en el plazo de la carrera. Carrera que para serles sincero ... no le encontré mucho el gusto hasta el penúltimo año. Y quizás aún no me esté dando todas las satisfacciones que esperaba. Y quizás sea porque todo va de la mano de todo.
En fin, ya voy a encontrar qué quiero ser cuando sea grande y les voy a contar al toque.

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