Evidentemente las cosas entre vos y
yo se están poniendo calientes y lo digo en el sentido más literal de la
expresión. Así que espero por tu bien que no te quedes a solas conmigo esta
noche. Será mejor que ruegues a que el destino no te deje a mi merced.
Personalmente me estoy cansando de
estar agazapado para cazarte y te escapes en el último instante sabiendo que
estás buscando lo mismo que yo.
Te lo repito, sería mejor para vos
que esta noche inventes algo para evitar que te lleve a mi cama.
Y si llegado el caso tu creatividad
no está de tu lado y te quedas sin escapatoria, te advierto querida que te haré
gemir como si hablases lenguas muertas, se te pondrán los ojos en blanco como
si estuvieses poseída y los dedos de tus pies se retorcerán durante horas hasta
quedar entumecidos.
Te haré gritar mi nombre mil veces, y
bendecirás el día en que fui concebido, dirás todas las groserías que tienes
guardadas y te quedarás deshidratada porque voy a beber hasta tu última gota.
Tus pechos se pondrán duros como si
fuesen a estallar y tus uñas se clavarán en mi espalda aferrándote a ella como
si tu vida dependiese de ello.
Temblarás, temblarás como si te
hubiesen rescatado de un río impetuoso y quedarás exhausta, deseando que llegue
pronto un fin de semana largo para recuperarte. Te agitarás con movimientos que
desconocías que podías lograr.
Haré que pidas más y más. Te quedarás
obsesionada con esta noche y cuando quieras más de mi te prometo, te aseguro,
que voy a atravesar tu corazón con una daga, porque para repetir la experiencia
de esta noche vas a tener que empezar a enamorarme.
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